Pan de Centeno (En bolsa de asar)

Hace unos días estuve en el Lidel, para ver las ofertas de utensilios de cocina, no me traje nada, pues la mayoría de las cosas ya no estaban y las que habían no me acababan de convencer; como son los porta tartas; demasiado grandes y pensé que me iban a ocupar mucho espacio en mi cocina. Y hay que aligerar un poco las cosas, que tanto cacharreo es agobiante y al final es sólo un recoje grasas y nunca encuentras lo que andas buscando, así que cuanto más clara y sencilla queden las cosas mucho mejor.

 Pues bien, ya que estaba allí, me puse a ver las cositas que me podían interesar y mirando las harinas vi una que me llamó la atención y era una de centeno y que ya viene con la levadura integrada. Y como me encanta las propiedades del centeno; ya que es un cereal muy apreciado por sus propiedades depurativas de la sangre. Es muy rico en flúor, bueno para los dientes, uñas y blanco de los ojos. 

 Contiene un alto contenido en fibra, lo cual ayuda a captar a nivel intestinal el exceso de colesterol antes de su absorción. Esto conlleva a la eliminación del colesterol y triglicéridos del organismo y por ende, una reducción en su concentración plasmática. Por su composición en ácidos grasos, el centeno es una fuente de ácidos grasos insaturados que aumentan la síntesis hepática de colesterol bueno o HDL. 

 El consumo habitual de centeno puede ayudar a evitar la formación de ateromas, ya que reduce la concentración plasmática de colesterol malo o LDL, así como también de triglicéridos. Tiene una acción antioxidante natural, gracias a su contenido en vitaminas y minerales. Aumenta la elasticidad de las arterias, ya que contiene flavonoides, los cuales ejercen una acción antioxidante. 

Desde el punto de vista dietoterápico, el centeno es un cereal que brinda beneficios para reducir el colesterol y  para prevenir la aparición de cardiopatías. 

Y como me encanta su sabor, pues la compre para hacer, de echo no voy a poneros los ingredientes de este pan, ya que sólo con comprar esta harina y seguir sus indicaciones es más que suficiente para hacer un pan muy bueno.

Si os contaré las modificaciones que según iba haciendo la masa, vi que por su textura me pedía; era una masa, demasiado pegajosa en el manejo; por lo que me estaba pidiendo algo más de harina de la que viene en las instrucciones del paquete, yo le añadí un poco más de harina, pero esta vez integral, y para darle el aspecto más rustico le espolvoreé con harina de fuerza por arriba, así como para poderme manejar mejor en el amasado; y he de confesaros que la masa me quedó super manejable y con una textura increíble.

Y una vez que hubo subido en un sitio cálido y doblado su volumen, la dividí en 4 trozos y hice mis panecillos, marcándolos con unas endiduras y espolvoreandolos con harina.

Mientras en una bolsa de asar, que humedecí su interior con 1/4 de agua de un vaso de unos 150 c.c

La que no quede esparcida se deja dentro para que forme vapor dentro de la bolsa una vez cerrada y consigamos con esto una corteza muy crujiente.

Cerré la bolsa, que era bastante grandecita y la metí en la parte baja del horno sobre una rejilla, la bolsa se infla con la temperatura  del horno; como si fuera un globo y se puede observar a través del cristal del horno como el vapor que se forma dentro de la bolsa va haciendo su efecto sobre el pan que queda con una superficie crujiente  y un interior con una rica miga de pan; como si se hubiera echo en un buen horno de leña.

Durar dura poco...pues no hay nada más rico que comer un buen trozo de pan recién horneado...